martes, 22 de agosto de 2017

El cuento de María Castaña, o el de María Sarmiento

María Castaña, es desde hace siglos la referencia a algo muy antiguo, a tiempos pretéritos muy lejanos en la memoria, no nuestra sino de nuestros ancestros, ya en tiempos del Quijote se hacía referencia a María Castaña, de hecho aparece en una de las Novelas Ejemplares “El casamiento engañoso”.


... en tiempos de Maricastaña, cuando hablaban las calabazas"

María castaña está muy presente en la cultura de Galicia, de Asturias, de Castilla y de toda España en general. Es un símbolo de la lucha contra la injusticia y también de la honradez, en Castilla, o al menos en la Mancha, es un cuento muy corto que se utiliza para dar por concluida la noche:

La María Castaña Gallega fue una heroína que encabezó las luchas populares  1386, contra el obispo de Lugo, Pedro López de Aguiar,el cual exigía y cobraba impuestos a los más pobres sin tener en cuenta si podían comer o no.  Fracasada la revuelta María Castaña y sus hijos, fueron desposeídos de sus bienes y obligados a pagar una gran cantidad de dinero a la Iglesia.

Otra María Castaña es la comparte leyendas en Asturias y León. En este caso se trata de la hija de un zapatero que fabricaba las botas para la nobleza y el más rico de todos ellos dejaba siempre deudas pendientes, que terminaban cayendo en el olvido. Cansada María, colocó dos castañas entre la suela y el esparto. Al probarse el noble mal pagador las botas notó molestias al andar, no comprendiendo lo que sucedía, enfadado fue a reclamar al zapatero. Este extrañado y temeroso pidió cuentas a María, que era quien se encargaba de la terminación de las botas. La muchacha muy tranquila respondió:

—Padre mío, ¿no recuerda que el señor marqués siempre se olvida la bolsa de monedas en la zapatería? Pues para que no se le olvide, se las he colocado en la suela.

El marqués a partir de aquel día pago religiosamente.  

En Castilla, en la Mancha, tenemos nuestra versión, y es sin duda alguna, el cuento de María Castaña, sin ser el más famoso, es el que a todos nos han contado nuestros padres, y uno de los que algunos hemos contado a nuestros hijos cuando, cansados de contarles otros, hemos dejado el cuento de María Castaña para el final, dando por terminada la sesión, por tanto este será el cuento con el cual cierre el libro en su momento; aunque, reservándome las prebendas que me otorga el ser sacristán.

Estas son las versiones que yo conozco, posiblemente hay más variantes, también con el nombre, bien pudiera ser María Sarmiento, que en ese caso se hace un poco más largo, y tal tal vez más gracioso, pero si lo que se trata es de que se duerman:







María Castaña

Este es el cuento de María Castaña que cagó tres pelotillas: una para Juan, otra para Pedro y otra para aquel que hablé primero. Yo como soy sacristán puedo hablar reír y hacer todo lo que quiera.  

María Sarmiento

-¿Quieres que te cuente un cuento?

El chiquillo responderá que sí.

Este es  cuento de María Sarmiento, que se fue a cagar 
y se la llevó el viento. 
Cagó tres pelotillas: una para Juan, otra para Pedro, y otra para el que hable primero. 
Yo como soy sacristán puedo hablar reír y hacer todo lo que quiera.  

Paco Arenas

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